Las
palabras bajan cual hormigas por la pared blanca del fondo de la
habitación.
Los
ojos las siguen, curiosos por descifrar su significado.
Adelantándose
en su camino para ver el destino antes de que empiecen a llegar.
La
mente dando vueltas a esa noche de pequeños pasos.
Viendo
el sol atravesar la persiana mientras avanzan.
El
objetivo es una pequeña caja de música con una llave que ella no
tiene.
Seguro
que puede abrirse fácilmente, pero no piensa hacerlo.
Ya
no desea saber todas las cosas, solo lo imprescindible para que el
sueño siga siéndolo.
Gira
y vuelve a sentir el abrazo cálido, aún dormido.
Cierra
los ojos y decide aplacar la mente que quiere darle vueltas a la
realidad.
Vuelve
a soñar.
(So sorry - Feist)
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